Cuestión de Estado
Días antes del comienzo del torneo, Mussolini se reunió con el entrenador italiano, Vittorio Pozzo, para advertirle: "usted es el único responsable del éxito, pero que Dios lo ayude si llega a fracasar". La amenaza se hizo extensiva también a los jugadores: "ganan o shhh", les advirtió pasando su dedo índice por la garganta, durante una comida. Para Mussolini, la Copa no era una simple competencia deportiva, sino la ocasión ideal para mostrar al mundo el poderío fascista.
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