domingo, 9 de octubre de 2011

Curiosidades y anécdotas de Suiza 1954

El muerto que hace goles

Durante la semifinal se produjo un caso extraordinario: un futbolista de Uruguay sufrió un paro cardíaco y, tras recibir una dosis de coramina (un medicamento que estimula las funciones vasomotoras y respiratorias), siguió jugando. El protagonista fue el delantero Juan Hohberg, quien, curiosamente, había nacido en Argentina y comenzado su carrera como arquero. Hohberg (ese día debutaba en la escuadra oriental), consiguió los dos goles que le permitieron a Uruguay igualar el encuentro, a los 75 y 86 minutos de juego. Aparentemente, cuando el atacante marcó la igualdad, sus compañeros se arrojaron arriba de su cuerpo en el festejo y por la emoción sufrió un paro cardíaco. Fue reanimado por el kinesiólogo Carlos Abate, quien le suministró coramina por la boca. Cuando empezó el alargue seguía afuera, pero poco después retornó a la cancha y jugó hasta la finalización de la prórroga.

Curiosidades y anécdotas de Suiza 1954

Árbitros, a las duchas

Días antes de la inauguración de la Copa, la FIFA elaboró una lista de directivas que entregó a todos los árbitros convocados, para su cumplimiento obligatorio. Las seis disposiciones eran las siguientes:
1) Tomar una ducha fría por la mañana y otra antes de acostarse.
2) Hacer durante quince minutos diariamente el ejercicio de saltar la cuerda.
3) No tomar bebidas alcohólicas el día que tengan un partido a su cargo.
4) Correr dos mil metros día por medio y tomar una ducha fría después del ejercicio.
5) Acostarse temprano en la víspera de un partido a su cargo.
6) En caso de la muerte del árbitro en el transcurso de un encuentro, éste será inmediatamente dado por terminado.
Afortunadamente, ninguno de los jueces se vio obligado a cumplir con la última.