El arquero multifacético
Andrés Mazzali no sólo brilló en el arco la Selección uruguaya, con la que obtuvo dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos de 1924 y 1928. Además el polifacético Mazzali fue campeón sudamericano en 400 metros con vallas y un gran basquetbolista: ganó el torneo uruguayo de 1923 con Olimpia.
Cuenta la leyenda, que en los juveniles sobresalía como delantero, pero al llegar a primera no le quedó otra opción de modificar su puesto natural y pasar a defender los tres palos, ya que no consiguió botines para su enorme pie (indispensables para patear las durísimas pelotas). Además de ser un magnífico deportista era un eximio bailarín y, según las crónicas de la época un galán irresistible para las mujeres. A tal punto que su fama le costó el puesto en el seleccionado Charrúa para el Mundial. Aparentemente, Mazzali se habría escapado de la concentración para encontrarse con una bella rubia. Según parece la señorita era familiar o allegada de un dirigente, y al trascender el "affaire",el galán fue desafectado del plantel por el técnico Alberto Supicci.
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